Plan de regenración y revitalización de Álora

“Me ocurría a veces que todo se dejaba andar, se ablandaba y cedía terreno, aceptando sin resistencia que se pudiera ir así de una cosa a otra. Digo que me ocurría, aunque una estúpida esperanza quisiera creer que acaso ha de ocurrirme todavía. Y por eso, si echarse a caminar una y otra vez por la ciudad parece un escándalo cuando se tiene una familia y un trabajo, hay ratos en que vuelvo a decirme que ya sería tiempo de retornar a mi barrio preferido...” EL OTRO CIELO, de Julio Cortázar, Los relatos, 3: Pasajes

 

El arrabal aloreño, con su trazado orgánico, ahora es un lugar singular con gran interés cultural. Entre dos cerros la población se cobija, conservando la dominancia paisajística del castillo, con sus torres emblemáticas, que sigue siendo el final del camino, y el origen del mismo. Hemos preguntado a la ciudad cómo, cuándo y dónde, y sus calles nos han contado su historia.
Alora es fenicia, romana, árabe, malagueña. Hemos mirado su paisaje. Nos ha mostrado su huerta, sus montañas. Hemos vagado, como estrategia de flâneur, analizando la situaciones preexistentes, sus encuentros, sus pasajes, la manera de moverse de sus habitantes; los umbrales ganados con una silla y una maceta, las diversas y progresivas construcciones realizadas para acceder a las viviendas; la acumulación de vehículos en las calles; los caminos espontáneos e informales que van trazando los peatones en las laderas; el zócalo cerámico en algunas viviendas; las acequias y aljibes, la importancia del agua. Estratos superpuestos de tiempo y cultura.

 

Estrategia de intervención: el desdoblamiento como sistema.

El proyecto parte de un análisis de las diversas configuraciones que se dan en las calles alorenses, un estudio de las situaciones pre-existentes, sus calles, sus encuentros, la manera de moverse de sus habitantes; la introducción del verde en la trama urbana a través de maceteros, las diversas y progresivas construcciones realizadas para facilitar el acceso a las viviendas; la acumulación de vehículos en las calles; los caminos espontáneos e informales que van trazando los peatones en la ladera sureste; el zócalo cerámico de las calles; la ubicación de acequias así como la importancia del agua.

Gracias a la observación, hemos podido comprobar cómo muchas de estas configuraciones que han ido enriqueciendo el trazado de las calles, tienen una manifestación geométrica y formal muy recurrente: el desdoblamiento. Se desdobla la línea de fachada sur para generar una rampa; se desdobla la fachada norte para construir un acceso plano; se desdobla la calle para formar un peto; asientos, líneas de pavimento.

 

 

 

 

 

La idea principal del proyecto es la de conseguir un sistema que abarque y resuelva todas y cada una de las intervenciones que se lleven a cabo en Álora. Entendemos que los proyectos aislados y puntuales acaban configurando una trama y una atmósfera urbanas inconexas, discontinuas y segregadas. Creemos que para acometer un proyecto de escala urbanística como este, es necesario una visión global, una intervención con diversas ramificaciones pero con una misma raíz, en definitiva, un mismo sistema que pueda introducirse y adaptarse en situaciones y escenas urbanas muy diferentes, resolviendo una serie de cuestiones funcionales, respondiendo de manera flexible a todos los condicionantes y, a la vez, construyendo un discurso unitario, fluído y continuo. Este sistema es el desdoblamiento.

 

Esta operación geométrica nos permite dividir esas líneas tan marcadas en el paisaje en sucesiones de líneas paralelas que doten de contenido, programa y significado el espacio que queda entre ellas: acequias, canales, pavimento, barandillas, pasamanos, maceteros, espacios de sombra, estanciales, vegetación, mobiliario, aparcamiento, rampas...