La Vivienda Colaborativa y la Economía Social y Solidaria.
noviembre 20, 2018
0

La vivienda colaborativa y la economía social y solidaria se dieron cita los días 26 y 27 de octubre en la Nave Boetticher en Villaverde, Madrid.

Desde Microurbanía queríamos hacer una reflexión sobre la pertinencia de esta confluencia de cara a la construcción de un modelo sólido, coherente, colectivo, ético, solidario, innovador y transformador.

1.Pero, ¿qué es la Economía social y solidaria?

 

Tal y como explica REAS, “La Economía Solidaria es un enfoque de la actividad económica que tiene en cuenta a las personas, el medio ambiente y el desarrollo sostenible y sustentable, como referencia prioritaria por encima de otros intereses.”

 

También podemos recoger la definición de La Xarxa d’Economia Solidària (XES): “Defender un sistema económico respetuoso con las personas, el medio ambiente y los territorios que funciona bajo criterios democráticos, de horizontalidad, transparencia, equidad y participación. La economía solidaria proporciona una nueva forma de producir, distribuir y consumir, y representa una alternativa viable y sostenible para satisfacer las necesidades individuales y globales.”

 

En Microurbanía entendemos la economía social y solidaria como una forma de vida y como una forma de trabajar, más justa, más sostenible, más consciente. La forma de organizarnos, de comunicarnos, la manera de abordar nuestros proyectos, los proyectos con los que trabajamos, el cómo nos financiamos, los materiales y sistemas que empleamos, el cómo colaboramos con otros/as y el cómo tomamos las decisiones forman parte de esa visión integral de las relaciones sociales, políticas y económicas.

 

Defendemos un trabajo digno, profesional, riguroso, compatible con trabajar como entidad sin ánimo de lucro. Entendemos que el lucro de unos siempre va en detrimento de otros y por tanto abogamos por trabajar como entidades sin ánimo de lucro.

 

2.¿Por qué el cohousing o las viviendas colaborativas forman parte de la ESS?

 

El cohousing o viviendas colaborativas no es sólo construir viviendas. Es vivir compartiendo, es juntarse para abordar problemas y retos de manera colectiva, es decidir, es cuidar y cuidarse, es escuchar a tu vecino, es debatir, es comunicarse, es empatizar, es confiar, es situar las necesidades en el centro, es participación y toma de decisiones horizontal.

 

Las viviendas colaborativas suponen ubicar en el centro a las comunidades, futuras usuarias, promotoras y principales protagonistas en la toma de decisiones. La autopromoción y autogestión no son meras formalidades, suponen cambios radicales en las formas de producir vivienda. Invierte el proceso, lo personaliza, lo humaniza, lo democratiza.

 

Creemos que tanto las experiencias existentes en otros países como las que están consolidándose en todos los puntos cardinales de nuestro país responden de manera plena a los valores de la ESS. Podemos identificarnos por completo, por ejemplo, con los 6 principios de la Carta de la Economía Solidaria, elaborada por REAS:

 

1.Principio de equidad

2.Principio de trabajo

3.Principio de sostenibilidad ambiental

4.Principio de cooperación

5.Principio “sin fines lucrativos”

6.Principio de compromiso con el entorno.

 

3.Jornadas de Octubre como punto de partida.

 

El pasado 26 y 27 de octubre de 2018 tuvo lugar la primera jornada de viviendas ECOlaborativas organizadas en el seno de la Comunidad de Aprendizaje de Vivienda ECOlaborativa dentro Mares Madrid, proyecto de transformación urbana a través de la economía social y solidaria.

 

Estas jornadas fueron una expresión del potencial colectivo de dicha CAP de construir una cultura en torno al Cohousing y las viviendas colaborativas. Más de cien personas, entre interesados, técnicos, administraciones y entidades, construyeron un clima muy motivador e ilusionante.

 

4.La CAP de Vivienda ECOlaborativa.

 

La CAP de Mares ha sido la semilla de las pasadas jornadas, pero no ha sido sólo eso. Se ha convertido en un aglutinante de prácticas, saberes y experiencias en torno a las viviendas colaborativas; nos ha puesto a colaborar a distintas entidades con un objetivo común: difundir y promover las viviendas colaborativas; ha integrado las ramas sociales, legales, arquitectónicas, económicas, asistenciales. Nos ha hecho formar una comunidad, justo lo que todos/as intentamos construir con los grupos que asesoramos o los grupos de los que formamos parte. Es lo suficientemente fuerte lo surgido de estas jornadas como para cuidarlo.

 

Pensamos que la colaboración entre todos los equipos va a favorecer que los grupos estén más cohesionados, que las condiciones financieras sean más favorables. Puede facilitar que los proyectos arquitectónicos sean más completos y más integrales, que los tiempos se acorten y las probabilidades de éxito se ensanchen. Nos puede ayudar también a que la construcción sea más ética y más ecológica. Y, por supuesto, va a ayudar a que nuestra voz sea más alta y tengamos pronto una fiscalidad y una normativa más beneficiosa, un reconocimiento público y una homologación de nuestro trabajo, un banco de tierras y edificios disponibles, etcétera, etcétera. Creemos que de esta experiencia de CAP ganamos todos/as.

 

5.Utilidad de la CAP como garante de los valores del modelo de vivienda colaborativa en cesión de uso y de la economía social y solidaria

 

Pero el Cohousing también es una actividad productiva y económica con cada vez mayor demanda y mejores apoyos, una actividad que a medio/largo plazo pueda ser rentable para determinados intereses económicos y financieros. ¿Qué vamos a hacer cuando el mercado decida vestirse de colaborativo también en el sector de la vivienda y se proponga grandes beneficios de gigantes promociones simplemente cambiando el porcentaje de zonas comunes o metiendo lavanderías comunes o comedores en sus urbanizaciones (si no lo ha hecho ya)? ¿También le vamos a llamar Cohousing, viviendas colaborativas?

 

Creemos que las comunidades de cohousing son el mejor antídoto frente a las crisis sistémicas, frente al individualismo, frente a la soledad. De la misma manera, esta Comunidad de Aprendizaje también puede ser un buen antídoto que el dia de mañana nos permita identificar las prácticas abusivas, lucrativas y especulativas que empiecen a surgir en las próximas décadas en torno a las viviendas en cesión de uso.

 

La experiencia de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (FUCVAM), de los Institutos de Asistencia Técnica (IAT), o el Consejo de la Vivienda Social de Barcelona, como agentes aglutinadores en la promoción y definición de este modelo alternativo de vida, pueden servirnos de ejemplo a la hora de construir esa red que pueda servir de referente en nuestro país.

 

Desde Microurbanía estamos ilusionados/as por formar parte de esta CAP. Vamos a poner todo lo que esté en nuestra mano para que el modelo de viviendas colaborativas en cesión de uso siga ampliándose y construyéndose de manera colectiva en nuestro país.